Navegante de un lugar oscuro
en un océano abandonado.
Sin fundamento ni remo navego,
aún no faltándome risa.
Existencia acompañada por el escarmento
que es tortura del alma.
Porque todo se torna negro,
sin luz alrededor mi alegría se ahoga.
Un suspiro y una carcajada,
por la edad que aleja lo real.
Somos rapaces bohemios,
anhelamos la ilusión desdichada.
Mismamente nos volvemos náufragos
de nuestra novelesca espiral.
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